viernes, 13 de junio de 2008

veneno

Dulce y maldito veneno,
laberinto de pasiones.
Redes de angustia,
redes de desesperación.
Te disfrazas de amor,
eres la muerte, la maldita muerte,
la muerte sin la que no puedo vivir.
Los hombre mueren,
la muerte existe.

jueves, 5 de junio de 2008

el zorro

El zorro miró al niño y le dijo:

-Ahora tú te vas y me dejas aquí solo, y mi desazón va en aumento, la ansiedad se apodera de mí como un sentimiento desconocido, sé que te vas y yo me siento cada vez más triste, porque tú me has domesticado y ahora mi alegría depende de ti. Antes no era así, yo era un zorro salvaje y en mi vida no cabía un niño como tú. Pero tú me has domesticado y poco a poco, sin darme cuenta, mi felicidad y mi tristeza están ligadas a ti.

Y ahora tú te vas y ya sólo soy un zorro solitario que olfatea el viento en tu busca, porque se me ha olvidado cómo era vivir sin ti y siento que no soy capaz de hacerlo. Ahora te amo, amo tu cabello rubio, tus ojos grandes y verdes, tu sonrisa y tu voz, tú me has amaestrado y ahora eres mi amo.

Y ahora tú te vas y yo no puedo volver a ser el mismo zorro solitario que era antes, porque me has enseñado a amarte. Y a veces me digo que no tenías que haberme amaestrado, no tenías que haberme acostumbrado a ti si al final ibas a dejarme solo. Ahora dependo de ti y quién sabe si podré sobrevivir si tú no estás. Quizá con el tiempo sea capaz de vivir sin ti, y el recuerdo de tus cabellos dorados, de tus grandes ojos verdes, de tu traviesa sonrisa y del color que tienen las cosas cuando tú estás a mi lado, sea capaz de alegrar mi corazón en lugar de entristecerlo como ahora lo entristece.

Porque ahora tú te vas y yo me quedo sólo sin tu amor.


El niño miró largamente al zorro y, con sus grandes ojos verdes llenos de pena, le dio un último abrazo y continuó su camino.


Porque después de tantos años de amistad y de sentimientos especiales, de hacerme sentir grande y bueno, como un pequeño príncipe, después de que mi corazón se pierda otra vez, después de muchas cosas, me desperté sin tí y el recuerdo de un pasaje del principito, que me reconté a mi mismo al no tener cerca el libro, no deja de consolarme y de prestarme apoyo.

Porque te echo de menos, porque sólo sé de mi tristeza porque tú ya no me quieres más.

http://www3.sympatico.ca/gaston.ringuelet/lepetitprince/capitulo21.html

El Principito, de Antoine Saint Exupéry. Capítulo 21