martes, 22 de julio de 2008

aún hoy

hola mi princesa, ya hace tanto tiempo que no eres el aire que necesito para respirar, hace tiempo que no marcas los latidos que da mi pobre corazón, pero, después de tantos años, aún hoy sigo abrumado por tu bondad, rendido ante tu belleza, después de tantos años, y siento que quizá siempre andaré cogido de tu mano, y no sé si debo alegrarme o debo entristecerme.